Tecmerin. Revista de Ensayos Audiovisuales

Nº 9 – 2022 (1)

Colonialidad, las bambalinas y la toma larga

Márton Árva (Universidad Eötvös Loránd)

Cómo citar este artículo: Árva, M. (2022) Colonialidad, las bambalinas y la toma larga. Tecmerin. Revista de Ensayos Audiovisuales, 9, 2022(1). ISSN: 2659-4269

Como el pensamiento descolonial ha demostrado, la lógica y la práctica de la dominación eurocéntrica que impregna profundamente la historia de la modernidad occidental persisten hasta nuestros días a pesar del desmantelamiento de las administraciones coloniales formales, la intensificación de los procesos de globalización y el fin de la división de los tres mundos (Escobar 2007; Grosfoguel 2002; Mignolo 2011; Quijano 2000; 2007). La lógica de la colonialidad se basa en un marco epistemológico particular y en una serie de narrativas que producen una clasificación de la población mundial y sientan las bases de la división global del trabajo, organizando tanto las jerarquías sociales como las realidades materiales. En el siglo XX, varios cineastas y colectivos creativos trataron de denunciar y oponerse a esta lógica y a las prácticas sociales consiguientes, dando lugar a formulaciones estéticas como la del Tercer Cine, cuyos representantes más conocidos actuaron en América Latina. Sin embargo, como explica Ignacio Sánchez Prado, en el siglo XXI, las reformas neoliberales globales no sólo han creado un nuevo tipo de entorno sociopolítico, sino que también han reordenado el panorama cinematográfico, creando nuevos imperativos comerciales y marginando la ferviente retórica de dichas corrientes de cine político (Sánchez Prado 2014; 2016). A raíz de esto -como Laura Podalsky argumentó convincentemente- un número cada vez mayor de películas latinoamericanas comenzó a comprometerse con las cuestiones sociopolíticas y las injusticias coloniales continuas a través de una retórica fílmica afectiva y orientada a los sentidos (Podalsky 2011; 2017).

Con este ensayo audiovisual, pretendo entender cómo el cine contemporáneo puede articular la lógica devastadora de la colonialidad de una manera afectiva. El trabajo doméstico es un terreno profundamente impregnado por patrones coloniales de pensar y organizar el trabajo. Las películas que abordan esta cuestión suelen recurrir a un tipo particular de toma larga que sigue al protagonista mientras atraviesa el espacio doméstico, mostrando las enormes diferencias y la distancia social que separan la esfera de empleadxs y patrones. Esto es especialmente relevante en la película de 2015 de Anna Muylaert, titulada Una segunda madre (Que Horas Ela Volta?), que aborda explícitamente la división de espacios dentro del hogar de clase media-alta donde Val (Regina Casé) trabaja como empleada doméstica.

El plano secuencia en el que Val sirve canapés a los invitados de una fiesta de cumpleaños organizada por los patrones es especialmente reveladora en este respecto, puesto que une la preocupación por los contrastes espaciales que caracterizan el ámbito del hogar y la carga afectiva negativa que resulta del encuentro entre personas de distintos lados de la división colonial. Dicha toma larga ofrece una experiencia intensiva de habitar un espacio fílmico, que abordé a través del concepto de espectador encarnado de Anne Rutherford, y que enmarca el encuentro con un mundo cinematográfico no meramente como una representación, sino como una experiencia vivida, que implica intensidades y memorias sensoriales (Rutherford 2006). Sin embargo, este enfoque no considera los aspectos sociales del paseo de Val por el entorno doméstico. Por lo tanto, apliqué la formulación de Shiloh Whitney que asocia el trabajo doméstico con un lugar “entre bastidores” (Whitney 2017). Esto no sólo vincula el trabajo doméstico a un espacio social particular, sino que también da cuenta de los legados coloniales más destacados del trabajo doméstico, a saber, su devaluación e invisibilización sistemática.

Enmarcar el trabajo doméstico como una labor que ocurre “entre bastidores” permite ver este plano secuencia como uno que sintetiza la intensidad sensorial de habitar un espacio cinematográfico y la articulación de las desigualdades inherentes a la colonialidad de la situación social. Por lo tanto, el ensayo audiovisual se basa en el tópico cinematográfico de “entrar en el escenario” y en la correspondiente herramienta fílmica de la toma larga que enfatiza la experiencia encarnada de dicho movimiento. Para arrojar luz sobre el enfoque de Una segunda madre en la colonialidad, contrasté la secuencia con la conocida toma larga del documental de Robert Drew de 1960, Primary, que sigue a John F. Kennedy, todavía senador, al escenario del American Serb Hall de Milwaukee. La comparación pone de relieve cómo un movimiento “hacia el escenario” puede funcionar como medio para transmitir la colonialidad de las relaciones de poder de una manera completamente sensorial: mientras que la trayectoria de Kennedy conduce a un espacio de excepcionalidad, Val camina por el “lado oscuro”: lo que ella (y por tanto el espectador) encuentra no es atención, apoyo y oportunidades, sino abandono, desprecio y la experiencia paralizante de la subalternización. Esta secuencia de Una segunda madre, por tanto, capta las ideas y los sentimientos relacionados con la colonialidad del trabajo doméstico de una manera muy acertada, recurriendo a una retórica afectiva que reordena las preocupaciones del antiguo cine político anticolonial dentro de un contexto contemporáneo.

Bibliografía

  • Escobar, Arturo (2007) “Worlds and Knowledges Otherwise: The Latin American Modernity/Coloniality Research Program.” Cultural Studies 21 (2–3): 179–210.
  • Grosfoguel, Ramón (2002) “Colonial Difference, Geopolitics of Knowledge, and Global Coloniality in the Modern/Colonial Capitalist World-System.” Review 25 (3): 203–224.
  • Mignolo, Walter D. (2011) The Darker Side of Western Modernity: Global Futures, Decolonial Options. Durham & London: Duke University Press.
  • Podalsky, Laura (2011) The Politics of Affect and Emotion in Contemporary Latin American Cinema: Argentina, Brazil, Cuba, and Mexico. New York: Palgrave Macmillan.
  • Podalsky, Laura (2017) “The Affect Turn” In Juan Poblete (ed.), New Approaches to Latin American Studies: Culture and Power, New York & Oxon: Routledge, 237–254.
  • Quijano, Aníbal (2000) “Coloniality of Power, Eurocentrism, and Latin America.” Nepantla: Views from South 1 (3): 533–580.
  • Quijano, Aníbal (2007) “Coloniality and Modernity/Rationality.” Cultural Studies 21 (2–3): 168–178.
  • Rutherford, Anne (2006) What Makes a Film Tick?: Cinematic Affect, Materiality and Mimetic Innervation. Bern: Peter Lang.
  • Sánchez Prado, Ignacio M. (2014) Screening Neoliberalism: Transforming Mexican Cinema, 1988-2012. Nashville: Vanderbilt University Press.
  • Sánchez Prado, Ignacio M. (2016) “Cine Latinoamericano y Neoliberalismo: Ideología, Deseo, Clase.” Hispanófila 177 (1): 115–125.
  • Whitney, Shiloh (2017) “Byproductive Labor: A Feminist Theory of Affective Labor beyond the Productive–Reproductive Distinction.” Philosophy & Social Criticism 44 (6): 637–660.

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