Tecmerin. Revista de Ensayos Audiovisuales

DESDE EL ARCHIVO

Nº 4 – 2020 (1)

Otra Forma de ejercer la censura: los límites (institucionales) a la libertad creativa

Sonia García López

Universidad Carlos III de Madrid

En esta sección proponemos una ampliación del foco sobre el concepto de censura que Tecmerin: Revista de Ensayos Audiovisuales plantea en este monográfico para invitar a la reflexión sobre los aspectos informales, encubiertos o difusos a través de los que se ponen límites a la creatividad cinematográfica o audiovisual por motivos morales, ideológicos o políticos. Concretamente, nos proponemos indagar sobre  las limitaciones de la creatividad artística que en ocasiones se deriva de la realización de películas de encargo para las instancias públicas o privadas, o de la participación en programas de difusión institucional. Para ello, traemos a este espacio la película del arquitecto y cineasta experimental Juan Sebastián Bollaín Sevilla 2030, una película filmada en 2003 por encargo de la Gerencia Municipal de Urbanismo de Sevilla y la Oficina del Plan de Sevilla que nunca llegó a estrenarse y cuya difusión quedó restringida por estos organismos.

Algunos antecedentes

The File Room, iniciado como proyecto artístico por Antoni Muntadas en 1994, constituye un espacio de reflexión y activismo sobre las diversas formas que ha adoptado la censura a lo largo de la historia, desde la Antigüedad hasta nuestros días. El sitio web, que a partir de 2001 pasó a ser gestionado por la National Coalition Against Censorship (Nueva York, EEUU), contiene un archivo de casos que permite la búsqueda por fechas, lugares, motivos de censura y medios sobre los que esta se ha aplicado en todas las épocas. The File Room, que ha sido considerado como un proyecto pionero de ciber-artivismo, surgió después de que el trabajo de Muntadas TVE: primer intento (1989) –que le había sido encargado por Televisión Española– fuera desestimado para su emisión en el magazín cultural Metrópolis sin que se explicitaran los motivos. 

Dentro del marco de reflexión que explora los límites a la libertad de creación también cabe citar el caso de Gabinete de crisis, programa realizado por Arturo Bastón, Kikol Grau y Félix Pérez-Hita para el canal de televisión local de la ciudad de Barcelona Televisió (BTV). Manuel Huerga, director del canal entre 1997 y 2003, lo había convertido en un modelo de televisión creativo e innovador con repercusión internacional en el que tenían cabida programas hoy considerados de culto como Boing Boing Budda, dirigido por el propio Huerga junto a Andrés Hispano. Sin embargo, después de que el programa piloto de Gabinete de crisis fuera censurado en varias ocasiones, sus artífices comenzaron a difundirlo en espacios alternativos bajo el título Gabinete de crisis. Un programa de televisión que no verá en televisión.

Sevilla 2030 (Juan Sebastián Bollaín, 2003)

Más o menos por aquellos años en que Bastón, Grau y Pérez-Hita se topaban con un muro, el cineasta sevillano Juan Sebastián Bollaín recibía un encargo de la Gerencia Municipal de Urbanismo de la ciudad de Sevilla para promover el Plan General de 2003. Por entonces, Bollaín contaba con una interesante filmografía en el campo del documental y en el cine experimental que se inició en 1978 con La Alameda, un mediometraje realizado por encargo del Colegio de Arquitectos de Sevilla como invitación al debate entre vecinos, asociaciones, técnicos, partidos, etc., sobre el destino de este sector de la ciudad. Según recoge la ficha de la película accesible en PLAT.tv, “infinidad de conversaciones con interlocutores populares y un marcado experimentalismo en la relación imagen/sonido convierten la cinta en un arrebatado espectáculo alejado de lo que podía ser una dogmática lección de urbanismo”. En efecto, y a partir de la realización de La Alameda, la ciudad de Sevilla se convirtió en el epicentro del trabajo cinematográfico de Bollaín, en el que la experimentación con géneros, lenguajes y formatos se pone al servicio de la forma ensayística y casi siempre paródica cuyo foco suele ser la ciudad de Sevilla con sus peculiaridades urbanísticas. Sevilla 2030 establece una continuidad con C.A.7.9. Un enigma del futuro (1979) –en este caso, con la ciudad de Cádiz como protagonista– y con la tetralogía Soñar con Sevilla, que Bollaín realizó en 1979 en Super 8: en Sevilla tuvo que ser, Sevilla rota, Sevilla en tres niveles el cineasta recurre a los códigos del falso documental con tintes futuristas para ofrecer una mirada crítica sobre la ciudad en pleno proceso de transformación tras los años de la dictadura. 

Estableciendo continuidad con aquellos trabajos más de veinte años después, Sevilla 2030  se apropia de los códigos de representación de los discursos informativos que suelen funcionar como marcadores de veracidad y objetividad para elaborar una fantasía futurista-documental en que el director nos sitúa en un “planeta [que] está en las últimas porque el ser humano no ha sabido resolver los graves problemas que arrastra desde hace tiempo. Sólo una ciudad en el mundo –Sevilla– ha hecho frente a la situación con enorme decisión, convirtiéndose en un modelo de ciudad a imitar por el resto de las ciudades, pocas ya, que quedan vivas sobre la Tierra. Desde un plató situado en órbita, dentro de un satélite artificial ugandés, dos locutores negros conducen un alucinado reportaje sobre la ciudad de Sevilla, mientras al fondo, tras los ventanales, vemos los estertores del planeta azul”. La ciudad que retrata Bollaín en el mundo postapocalíptico en el que se sitúa el presente de la narración muestra “los maravillosos resultados que sobre la urbe andaluza tuvieron las sabias decisiones de los políticos locales de la época, hacia 2003, con ocasión del participativo Plan General de ese año”. La voz del actor Juan Diego introduce una dimensión poética y meditativa que, sin embargo, adquiere un potencial enormemente crítico en virtud de la ironía que surge de la articulación de la voz y la música en yuxtaposición con fragmentos de programas televisivos, entrevistas, etc., que ponen en cuestión la vertiente idílica del documental. Según nos cuenta Bollaín, el guion fue aprobado por el Delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla y se preparó una proyección multitudinaria sobre una pantalla gigante adosada a la fachada del Ayuntamiento, en la Plaza de San Francisco. No obstante, unos días antes del estreno, cuando el Delegado vio la película terminada, decidió “guardarla en un cajón con siete llaves” y ordenar la detención de las obras de la gran pantalla. La película se proyectó en un pequeño despacho para la prensa y sin reclamo publicitario y allí terminó su circulación hasta que la Plataforma de Difusión e Investigación Audiovisual PLAT.tv incluyó los trabajos de Juan Sebastián Bollaín en su archivo online

Agradecemos a Juan Sebastián Bollaín la cesión de Sevilla 2030 para su difusión en este espacio y a Víctor Berlín, coordinador de PLAT, su colaboración en esta iniciativa.

 

Ficha técnica

Sevilla 2030 (Juan Sebastián Bollaín, 2003)

Cortometraje ficción-documental. Formato: Digital S, Betacam SP

Producción: Producciones Bayona, Gerencia Municipal de Urbanismo de Sevilla (GMU), Oficina del Plan de Sevilla (OPS)

Dirección de Producción: María Zambrano

Guión: Juan Sebastián Bollaín con la colaboración de Isabel Rus

Voz: Juan Diego

Tecmerin. Revista de Ensayos Audiovisuales
ISSN: 2659-4269
© Grupo de Investigación Tecmerin
Universidad Carlos III de Madrid