Memoria, espacio y formas para comprender ese espacio: las imágenes, las palabras, el cine. En este ensayo documental se empieza hablando sobre el acento y se acaba hablando sobre una película chilena. Tanto el inicio como el final es atravesado por los mapas de la ciudad de Santiago: el lugar de origen de quien narra esta historia menor e íntima, pero también con puntos de fuga amplios: la violencia política, el exilio, la pertenencia, la identidad personal y la identidad nacional.

Este ensayo audiovisual se acerca a su materia desde una perspectiva personal y paralela a la obra El otro día, del documentalista chileno Ignacio Agüero. Pero en lugar de exponer la importancia y las características de la obra de Agüero, se acerca a su obra desde un espacio lateral de semejanza. Quien aquí habla es un sujeto chileno, hijo de exiliados de la dictadura de Pinochet, que narra con soltura algunas de sus experiencias en la ciudad de Santiago (esa ciudad que se dibuja maravillosamente en los documentales de Ignacio Agüero) y que, al igual que los personajes de sus películas, es vivida en partes iguales como una criatura imaginaria y real, que existe en la literatura y el cine, pero también en la historia.

A partir de material de archivo, found footage e imágenes actuales, se ensaya sobre la influencia del espacio sobre el sujeto: cómo lo forma y cómo se mueve en él. Así como Ignacio Agüero se vale de la cartografía para hablar del espacio, este ensayo documental lo hace a partir de la experiencia.